Estamos viviendo momentos difíciles, de incertidumbre y cambios en nuestras rutinas habituales de trabajo, estudio, socialización. Como consecuencia podemos tener numerosos cambios que facilitan la aparición de un mal dormir.
El temor a enfermar, perder el trabajo, disminuir los ingresos, puede generar estrés y ansiedad. Trabajar en la casa puede alterar nuestros horarios de trabajo, llevándonos a trabajar más horas, menos pausas activas, o hacerlo en horarios diferentes para poder atender otras necesidades de la casa. Esto puede modificar o desordenar la hora habitual de acostarnos y levantarnos. Todos estos cambios pueden impactar nuestro sueño desencadenando:
CONSEJOS PARA DORMIR MEJOR